7/7/12

Nunca temáis fallar


Hace unas semanas escuché una frase que reflejaba una idea que en muchas ocasiones había tenido, sobretodo en algunas de ellas donde me ha tocado apoyar a alguien que me importaba y que realmente necesitaba un empujoncito. Sabéis perfectamente a qué situación me refiero, y probablemente la hayáis vivido desde ambos puntos de vista. Decía la frase, adaptándola y personalizándola, que con un sí no aprendes nada. Cuando las cosas funcionan, ni siquiera eres capaz de saber si ha sido un mero golpe de suerte y, muchas veces, ni siquiera recuerdas cómo has logrado que las cosas hayan ido bien. Son los no, los fracasos, los que realmente te obligan a sacar los mejor de ti. Los que te descubren cómo no hacer las cosas y te hacen intentarlo hasta dar con el camino. Y todos sabemos que, un camino que nos cuesta haberlo encontrado, solemos aprenderlo con mayor facilidad. Por eso me sorprende cuando, en muchos aspectos de tu vida, la gente le tiene verdadero pavor a equivocarse o a fracasar.

Vale, entiendo que un piloto tenga mucho respeto a fracasar en su trabajo cuando lleva a cien personas a su cargo, pero no que tenga miedo a equivocarse cuando está entrenando en una máquina para aprender a llevarlo. Las cosas no siempre tienen porqué salir bien, y si así fuera este mundo sería un jodido asco  y extremadamente fácil. Ya os habéis demostrado que lo fácil pierde interés a la primera de cambio, así que no seáis hipócritas de lamentaros cuando las cosas se dificultan. ¡Si lo estáis deseando! Vale, tenemos derecho a cuando sucede darnos un cierto margen para lamentarnos y disfrutar con ello porque, en el fondo, es un pequeño placer poder lamentarse de lo cruel que es el mundo con uno mismo; pero después de ese capricho debemos asumir que son esos fallos los que nos hacen crecen y los que nos exprimen hasta llegar a sorprendernos a nosotros mismos. Espero que todos hayáis podido disfrutar de esa pareja que os ha costado conquistar; y hayáis podido saborear en sus labios la miel de la superación, a parte del buen sabor que probablemente ya tuvieran. Nunca temáis fallar, porque lo que nos hace grandes no es siempre acertar sino ser capaces de rectificar y adaptarnos. El que sobrevive es el que siempre encuentra solución a los problemas, no el que nunca encuentra un problema.

Me gustaría mencionar que, como ya comenté, todo esto ha sido producto de una frase que escuché de la gran Sara Blanco. En cierta medida, este es mi pequeño homenaje para agradecer que intente hacernos a todos el mundo un poquito más agradable dándonos las buenas noches a diario, casi como cuando nuestra madre nos arropaba de pequeños. Dejo aquí el enlace al vídeo.

http://youtu.be/ygm0SxuLYKI

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