18/10/12

Lugares más recónditos de mi mente

Es cierto, estoy cansado y esto va a ser realmente rápido porque he comenzado escribiéndolo sin tener la menor idea de qué es lo que voy a escribir, pero teniendo muy claro qué es lo que quiero decir: te quiero. Es extraño porque, independientemente de mi estado de ánimo o de las fuerzas que tenga en esos momentos, el sentir que no es tu día o que agradecerías que alguien te dibujase una sonrisa, activas en mi algún tipo de resorte o mecanismo primario que encuentra las palabras en lugares más recónditos de mi mente y me las presenta en una perfecta secuencia para conseguirlo. Supongo que, por una buena razón, somos capaces de cualquier cosa; y yo ya te advertí desde el primer momento: no te dejes engañar por algunos detalles, o por situaciones; yo he aparecido en tu vida con el único propósito de hacértela más llevadera, de hacerte un poquito más feliz y de cogerte de la mano cuando lo sientas necesario. Por eso estoy a tu lado, pequeña. Y estaré.

Obviamente, tampoco puedes esperar que las palabras escondidas en los rincones no visitados de mi subconsciente vayan a ser las idóneas, ya que lo más normal es que no sean ni coherentes, o ni siquiera existan. Aunque hoy tienes suerte, sí tengo claro qué quiero decir, y creo que será una frase que deja bien claro su significado: eres lo más bonito que recuerdo en mucho tiempo, tal vez demasiado, pero no sólo eso. También eres lo más divertido que recuerdo, lo más dulce, lo más seductor e incluso lo más.. gratificante. Me siento realizado personalmente muchas veces contigo. Es una sensación... extraña, sin lugar a dudas. Es raro que una persona me lo provoque. Pero indudablemente es algo muy, muy placentero.

12/10/12

El porqué de mi sonrisa (IV)

Lo siento, pero no podía evitar también nombrar que admiro muchas de tus habilidades, y por eso me molesta tanto que no seas capaz de valorarte. Es cierto que hay mucha gente sin estudios que podemos denominar 'superiores' con las que chirrío porque me da la impresión que me ofrecen menos, aunque en la inmensa mayoría de los casos es eso, sólo una impresión. Pero yo hay muchas capacidades tuyas que realmente admiro, y no me refiero a algunas que se pueden catalogar como 'profesionales' que, he de reconocer, hay ocasiones en las que te odio porque tienes soltura en cosas que yo siempre quise tenerlas. Entre estas virtudes, y sólo nombrando una de ellas, me gustaría remarcar esa facilidad que tienes para lo sociable. Me pareces una chica increíblemente entregada y atenta, y eso choca muchas veces con mis carencias en el apartado de las relaciones humanas. Te admiro. Me parece que lleva mucho trabajo estar siempre con una sonrisa en los labios, siempre preocupándote por el resto y tratando de dar a quien se merece un apoyo y la atención que necesita. La verdad es que me pareces una joya de persona en ese aspecto.

Es una de las razones, entre bastantes, que provocan esa sensación de querer exhibirte y buscar presumir de ti. Eres una persona que me siento increíblemente afortunado de haber encontrado y, siendo sinceros, me gusta la idea de ofrecerte lo suficiente para que te quieras mantener a mi lado, y a cambio disfruto mucho compartiéndote con más gente. No sé si te ha pasado en alguna ocasión, pero yo muchas veces he tenido la sensación de que si comparto mi pareja con otro grupo de gente no terminarán congeniando, provocará molestias o simplemente sé que ha cosas en las que chocarían y no aportaría nada realmente. Contigo siento que, si es necesario, sabes estar, puedes disfrutar de casi cualquier compañía y te gustará demostrar que eres una chica increíble. Eso, siendo egoísta, me encanta. Eres lo más bonito que tengo ahora mismo en mi vida, es lógico que me guste presumir un poco de ello.

Me gustaría matizar también el detalle de que contigo tengo la sensación de siempre ofrecer un poquito más, de cada día ser un poco mejor para poder así hacerte más feliz. Me parece un pilar imprescindible en mi vida. Eres esa persona por la que siempre tengo razones para dar más de mí. Siento que de verdad merece la pena cuidarme, que de verdad merece la pena pensar hasta lograr descubrir cómo arrancarte una sonrisa y que de verdad se va a valorar que luche por ofrecer más. Sé que debería tener ese impulso sin necesidad de que nadie lo provoque, pero eso es un tema que me pelearé con él si en algún momento de mi vida no te tengo. Por ahora soy feliz teniendo a alguien que me haga crecer, porque me parece un regalo poder hacerlo a tu lado.

Sí, sé que estabas esperando desde un principio que también comentase...

11/10/12

El porqué de mi sonrisa (III)

Por otra parte, también me gustaría remarcar que físicamente me pareces un espectáculo, y sé que esto es un dato menor por eso lo he relegado a una entrada tan lejana. Que no sigas los clichés de sexsymbol no te hace parecer menos sexy, y eso deberías de tenerlo ya más que asumido. Eres consciente del poder de tus labios y se nota que lo explotas en muchas ocasiones, pero es que tu mirada y el pelo no se queda para nada atrás. Eres increíblemente expresiva y, como es obvio, cuando te conocí me entraste por los ojos como lo haces con muchísimos. Además, todavía sigo descubriendo más expresiones que me han enganchado de ti, como esa sonrisa pícara que me dedicas demostrándome que no debería estarte pinchando, esa mirada tierna que me regalas antes de muchos besos, o cómo tus mofletes parece que van a estallar cuando la sonrisa se ensancha más de lo normal...

Hablando de tus besos, se merecían por lo menos dedicarle un párrafo. Sé que parece algo banal, obviamente cuando alguien te gusta disfrutas los besos con esa persona pero... en mi caso, no ha sido del todo cierto. He encontrado besos en mi vida que logran transmitirme muchísimo y otros que consiguen que olvide porqué me encanta tanto alguien. Los tuyos parecen hechos a mi medida, como tantas otras cosas. Se adaptan a lo que necesite. Son capaces de despertarme cuando trato de contenerme, o de relajarme tras un largo día. Y, lo que es más importante, la mayoría de ellos parece que me gritan entre los labios que me amas y... Dios, sólo espero poder transmitir tanto besando algún día.

Me gustaría también dedicarle otro fragmento a esta sensación que me suele acompañar contigo de estar haciendo lo correcto. En otras relaciones, sean cual sea la índole, muchas veces me persigue el sentimiento de que no debería estar acercándome, o hacer lo que estamos haciendo, o que me va a hacer daño o... cualquier otra tontería. Contigo traté de ponerme aranceles y, la verdad, no fui capaz. Simplemente fluye. Ha fluido todo de una manera tan suave e increíble que hasta a nosotros mismos nos sorprende, replanteándonos cosas que creímos nunca nos iban a provocar lo que nos está provocando. Todo es tan mágico que, simplemente, siento que es imposible que nada de lo que esté haciendo esté mal porque... coño, sino no fluiría todo así.

Lo siento, pero no podía evitar también nombrar...

10/10/12

El porqué de mi sonrisa (II)

Ahora me gustaría tratar otra faceta en la que me llenas que es, la verdad, bastante distante de las que traté en el anterior punto. Contigo siento muchas veces que eres una persona increíble que, por las razones que sean, no ha tenido la suerte de que le traten como merece en esta vida y... esto, personalmente, es algo que me puede. Después de describirte todo lo que me produces... ¿No ves lógico que me muera de ganas de mimarte para compensar todo lo que ha pasado en tu vida? Cada día que me siento partícipe de la sonrisa con la que te despiertas es un pequeño logro que me hace sentir tan jodidamente... feliz. Es como una razón para vivir, hacer feliz a una persona que realmente lo merece. Por eso muchas veces se me ve el plumero tratando de tratarte como la niña mimada de una abuela y... bueno, espero que realmente me pares los pies cuando sea necesario, porque yo me veo incapaz de no regalarte algo cuando vea que lo mereces. Ya sea un viaje, una sonrisa o esperarte bajo la lluvia para que no tengas que volver sola a casa. Realmente no lo encuentro como molestias y... siendo sinceros.... por ahora has sido más que bien agradecida en esos aspectos, tal vez eso influya.

Hablando también de estos temas, he de reconocer que contigo me he sentido muy valorado cuando te he dedicado mi tiempo. Soy alguien bastante entregado, pero en muchas ocasiones he sentido que todo mi esfuerzo ha sido en vano o que no importaba lo que hiciera; y tú reflejas esa sensación de agradecimiento y... he de reconocerlo, eres una de las primeras personas con las que me he sentido mimado, aunque eso ya lo he comentado. Eso realmente me da el fuelle necesario para continuar dedicándote mis días, aunque realmente no los siento como una cesión de mis días hacia ti sino que realmente lo dedico a nosotros porque nos ayuda a estar bien juntos y, si te soy sincero, por ahora es una sensación de la que me siento absolutamente yonki.

Tocando el tema de nuestros gustos, cualquiera de los presentes sabría reconocer cuán placentero es sentir que compartes con alguien realmente especial tus hobbies, o que ambos les gusta invertir de una manera similar la mayor parte de su tiempo libre. Obviamente, siempre hay algo que apetezca hacer a uno más que a otro, pero contigo me siento libre a exigir de vez en cuando lo que más se me antoja ya que lo entenderías, pues otros días eres tú la que ha gozado de elegir. Además, sentir que haces feliz a la otra persona cediéndole esa porción de su tiempo es bastante placentero igualmente... y siento que tú también lo disfrutas. Lo cual es bastante novedoso para mí.

Por otra parte, también me gustaría remarcar...

9/10/12

El porqué de mi sonrisa (I)

Me resulta sorprendente que sensaciones que antes sólo encontraba imaginando al escribir, ahora las esté viviendo en primera persona. Que los mejores cuentos, donde describía situaciones mágicas y me hacían soñar por una noche con sentimientos increíbles, ahora los estoy viviendo. Y, además, los estoy viviendo cada jodido día. Todavía sigo sorprendido, la verdad, e intuyo que algún día me acostumbraré a esta sensación de levantarme con una sonrisa cada mañana... pero créeme, por mi parte, siempre te estaré agradecido de cuánto has llegado a despertar de nuevo en mí. Gracias. Sin duda.

Por otra parte, sé que sigues sin entender porqué te necesito, y es lo que voy a intentar describir en este papel. Espero que entiendas que es una tarea realmente complicada y tal vez no sea capaz de transmitirte lo que me provocas, y trataré de separarlo en varias entradas pero... allá voy.