24/11/11

Fracasar

Fracasar. Es esa exactamente la sensación, aunque podría describirse también como defraudar, fallar, decepcionar, errar, naufragar, equivocarse, desacertar, etc. La mayoría encajan en gran medida con lo sucedido. Explicando el concepto, hay varias formas de hacer las cosas que, ordenando de mejor a peor sabor de boca con el que te dejan, son: realizar de manera sublime algo tal vez incluso sorprendiéndote a ti mismo hasta el punto de descubrir o reacotar tus límite, disfrutando de la sensación de no poder exigirte más además del propio triunfo; haber desarrollado algo mediocre que te ha permitido únicamente lograr tu objetivo pero sintiendo que podrías haber dado más; fallar en tu encargo pero sentir que lo has intentado como mejor has podido, descubriendo que tal vez no está a tu alcance o depende de más circunstancias ajenas a tu control, pero sientes que has hecho un buen trabajo; saboreando el amargo triunfo de saber que no mereces algo que te han dado, habiéndolo hecho especialmente mal pero apoyándote en otras circunstancias para lograrlo, o tal vez puro azar; y fracasar sabiendo que es lo que te mereces, conociendo lo mal que lo has ejecutado y el hecho que te lo mereces ese fracaso, planteándote que tal vez tus expectativas superaban a tus habilidades y sabiendo que toda la culpa y responsabilidad recae en ti. Es esta última una de las más dolorosas sensaciones, aunque el adjetivo apropiado sea cruda en lugar de dolorosa. Obviamente habrá un mañana, y probablemente ese mañana sea mejor. Aunque, siendo sincero, no creo que ese mañana sea mejor por motu propio sino porque has invertido esfuerzo y tiempo en lograrlo y ha sido una inversión fructífera. No dudo que haya un mañana. Pero sí me cuestiono cómo encontraré las fuerzas para adelantar ese mañana todo lo posible. Obviamente, no sé porqué me quejo, pocas veces habréis podido percataros de que yo estoy en estas situaciones, lo normal es que siempre tenga las fuerzas para mover la luna ya que las que me sobran siempre las ando invirtiendo. Yo siempre acabo encontrando fuerzas suficientes para todo el que las necesite. A veces me cuestiono si realmente soy humano; o me he convertido en una máquina más, en una herramienta.

21/11/11

Atrévete

"Canto a lo bien que se siente una goldita con minifalda"  René, Calle 13.

Pocos mensajes me parecen tan necesario como ese. Vivimos en un ambiente de fiesta donde la música nos relata lo espectacular que es esa mujer, donde el videoclip nos muestra que lo normal es una cien de busto y una cintura de barbie, donde los vestidos cada vez son más ceñidos y si no se tiene un buen tipo... pamplinas. Sí, es cierto, hay mucha gente que tiene lo que denominaré unas conexiones neuronales deficientes y son incapaces de figarse únicamente en los cuerpos espectaculares; aunque ni siquiera estoy seguro que esos listones los mantengan durante tanto tiempo. Cuando una mujer no tiene pudor y se atreve, resulta atractiva. Cuando una mujer se pone falda, se mueve, se acerca lo suficiente como para dejarte claro que eres tú quién se tiene que acercar; resulta atractiva. Si una mujer sabe que lo es, resulta atractiva; de eso estoy seguro. Es como la idea de que no resultas atractiva si no se lleva una ropa interior conjuntada, o esa exageración en el encaje que personalmente me resulta casi... pedante. Una mujer per se suele ser atractiva, pero si está contigo en ese momento es porque la has elegido resultándote atractiva. Lo sería con bragas de algodón, sin sujetador o de cualquier forma; porque si coincide con que no se pueda presumir, se puede quitar rápidamente que tampoco molesta. Me parece absurdo limitarse y establecerse barreras donde no las existen. Cariño, eres atractiva, de hecho me pareces brutal físicamente, así que sólo me queda por decirte

Atrévete, te, te, te
Salte del closet,
destápate, quítate el esmalte
Deja de taparte que nadie va a retratarte
Levántate, ponte hyper
Préndete, sácale chispas al estárter
Préndete en fuego como un lighter
Sacúdete el sudor como si fueras un wiper
Que tu eres callejera, "Street Fighter"

20/11/11

Lluvia

Sentir que la lluvia purifica tu piel al resbalar por tu pecho, tus pulmones cuando esta húmeda sensación a limpio te embriaga al respirar, tu pelo... hay pocas sensaciones que me hagan sentir tan humano como la lluvia. Es algo que, desde que tengo memoria, recuerdo como placentero; como cuando corría por mi calle con escasos seis años cada vez que llovía en vez de esconderme bajo los portales como el resto de mis vecinos, o cuando salía al patio del colegio cada vez que diluviaba mientras los monitores iban recogiéndonos para que no nos pusiéramos enfermos. Adoraba jugar a esconderme por mi colegio para que no nos encarcelaran en el 'Poli B', el único polideportivo cubierto que teníamos. El Nuryana era francamente grande y muchos monitores patrullaban en busca de niños sin protección para arrastrarlos al polideportivo cubierto, lugar donde nos masificaban hasta nueva orden. Yo era uno de esos que corría de cobertura en cobertura escapando de esos vigilantes, vanagloriándome cuando lograba escabullirme entre las clases para poder disfrutar de una carrera bajo la lluvia. Desde pequeño sentía cierta liberación cuando la lluvia arrastraba todo lo negativo que iba acumulando cada vez que una mala situación me hacía sudar. Simplemente espero que esta vez también me haya liberado. Porque, francamente, lo necesito.

15/11/11

Primer acto: Sherezade (II)


Se movía como un patoso, más de lo que normalmente le caracteriza, mientras ella le trataba de tranquilizar aprovechando que podía abrazarle. Pepe se sentía arropado, y la poca confianza que parece que han desarrollado se había exponenciado con esta acción. Ella le mecía mientras susurraba palabras que nunca creía oír de los labios de una mujer mientras con los brazos le rodeaba generando un reconfortarte calor que le hizo perderse de nuevo entre su pelo, embriagándose de su aroma dulzón hasta que... vainilla. Volvió a sentir una sacudida en el espinazo. Ella cogió su mano y lo guió hacia la pista de baile, cosa que volvió a provocarle sudor frío cuando se dio cuenta. 'Venga vamos, prometí que te enseñaría a bailar', volvía su sonrisa juguetona a animarle el ánimo a Pepe, '¿o te crees que iba a ser la única en bailar? Si yo te lo he hecho tantas veces, creo que merezco alguna de tu parte'. No había bailado nunca, pero tampoco podría considerarse bailar aquella ocasión. Ella revoloteaba a su alrededor acercándose más de lo que él estaría dispuesto a reconocer, provocándole sensaciones que tampoco fue capaz de contar; pero parecía algo normal porque la gente a su alrededor se comportaban igual. Fue entonces cuando el tono de la noche cambió drásticamente. 'No te imaginas la cantidad de veces que llevo soñando con este momento', le susurraba entre golpes de cadera. Pepe no pudo evitar dejarse llevar por un placer que no creería que estuviera a su alcance. Apoyó las manos en la cadera de su diva y descubrió el tacto en sus dedos de su ropa interior... su realmente escueta ropa interior. Cerró los ojos y sintió como se le desvocaba el pecho como si se tratase del peor de los ataques, pero con la mejor de las sensaciones.

14/11/11

Primer acto: Sherezade (I)


La música era suave e impregnaba cada uno de los centímetros cúbicos del interior del local, luchando ferozmente con las densas partículas del tabaco y la tensión entre tantas miradas cómplices repletas de la pasión más carnal: el deseo. El ambiente estaba cuidadosamente mimado hasta lograr una armonía realmente sugerente; las luces rojas eran tenues e imposibles de localizar de dónde venían, el olor del tabaco se mezclaba con un dulce tono de canela proveniente de la barra, y las dispersas mesas estaban ocupadas por parejas o grupos que denotaban una conversación amena con la boca y penetrante con la mirada. Pepe se sentía totalmente fuera de lugar; pero era capaz de reconocer que si algún día fuera una de esas personas, como aquellas que estaban pasando el tiempo en este local, eligiría sin duda venir a "Azahar", que era lo que excusaba al local para decorar sus paredes con esas pinturas de harenes y versiones algo más 'artísticas' del Kamasutra, ya que es imposible que posturas como las que se veían fueran más que ideales teóricos. A cada paso miraba nervioso a su alrededor tratando de descifrar el rostro de la gente de las mesas, cosa que la luz dificultaba muchísimo, dándose cuenta que la gente de su alrededor estaba realmente arreglada y en su mayoría eran mujeres increíbles, de esas que raramente ves dos cerca. La mayoría de los labios eran carnosos y rojos, los escotes pronunciados, las pestañas tupidas... sin duda alguna, es un local donde Sherezade parece encajar a la perfección, o por lo menos la imagen que Pepe se había formado de ella después de todo ese tiempo hablando; sin embargo él no pertenecía a ese lugar. No era su sitio y se lo repetía a cada paso pero una parte de su cuerpo le exigía que por una vez se atreviese a ese tipo de situaciones, y no me refiero a la que se ocupa de la superación personal sino aquella que recordaba las pocas ocasiones que había disfrutado de una foto suya, de sus labios incluso más rojos, sus escotes más sugerentes y su mirada que no necesitaba rímeles. La canción reverberaba en su cabeza "Yo hago el amor con las mentes" mientras continuaba el recorrido que le había descrito detalladamente para llegar a esa mesa casi oculta en la sombra que su cita quiso escoger... qué raro le sonaba en su cabeza pensarlo como cita pero era su nombre. Volvió a sonreír mientras continuaba "Me seduce una cara y un cuerpo cuando veo que hay una mente en un cuerpo que vale la pena conocer" al pensarlo, se acomodó en el lado de la pared para ver a quienes entrasen y estar algo más oculto por las sombras. Pidió con timidez una Coca-cola y observó el escrutinio de la camarera cunado se quitó el abrigo mostrando su polo de rayas bajo un jersey básico. La camarera se alejó sonriendo por la imagen que daba, y él se sorprendió sonriendo al percatarse que incluso la camarera era espectacular en ese local, sobretodo con esa falda que tenían como uniforme...

12/11/11

Autoengañarme

Creo que tengo una habilidad bastante singular para autoengañarme. No me refiero en el mal sentido, aunque tampoco sé si existe un sentido más noble, sino en la cualidad que tengo de convencerme a mí mismo que las cosas pueden ir bien, que las cosas no han ido tan mal o justificarme porqué sucede la mayor parte de los hechos de mi alrededor. La verdad es que muchas veces lo hago casi como un entrenamiento tratando de mantenerme en forma ya que, si no soy capaz de convencerme a mí mismo, no creo que pueda convencer a nadie nunca, y es una de las pocas cualidades buenas que tengo como amistad. Una de las escasas cosas que puedo ofrecer a la gente de mi alrededor es convencerles de que pueden realizar algo, que todo va a acabar mejor o que son unas personas jodidamente especiales; y para poder realizar eso antes tengo que creerlo por mí mismo. Y no os preocupéis, lo creo. Si no pensase así, no dedicaría mi tiempo a esas personas... no es fácil muchas veces darle un chute de energía a ciertas personas que parecen resistentes a esa dosis. Pero este no es el tema.

Seguimos con una ráfaga de relatos de autodescripción, aunque debería ser mejor una autocrítica que me hace realmente falta. Sé perfectamente mis limitaciones, mis comportamientos insoportables e incluso la jodida pesadez que puede ser aguantarme en muchas ocasiones... y debería escribir algo para corregírmelo. Tampoco se me ocurre. Porque también sé que yo, escribiendo, o gozo de inspiración divina o de una buena musa... y creo que he dejado de creer ya en ambos.

11/11/11

Deshielándonos

[...] La charla comenzaba a desviarse por los temas que buscaba, y comenzó a preguntarme mi relación contigo, de donde nos conocíamos y qué contacto teníamos. 'Bueno, no nos llevamos tan bien como vosotras dos, eso está claro, pero creo que tenemos mucha confianza y me cuenta ciertas cosas que le ayuda mucho soltarlas... supongo que por eso hemos mantenido el contacto'. 'Uy, uy... ¡seguro que te cuenta las veces que se enfada conmigo y me retrata fatal!', yo no podía creerme que de verdad estuviera contestando como si de un guión se tratase, como si supiera exactamente lo que buscaba que dijese. 'No, la verdad es que sólo me había hablado maravillas de ti... y por eso estaba buscando conocerte, la verdad'. El guiño con el que fue acompañado cambió totalmente el sentido de la conversación y empezó a centrarse en un juego de seducción dejándonos con un aroma a miel en el paladar cada vez más intenso. Las caricias calculadas pasaron a ser bromas jocosas, convirtiéndose en comentarios soeces y acercamientos mucho más... intensos. Tú no eras capaz de quitarme ojo y tu forma de vengarte era acercarte a cualquier persona del sexo opuesto siendo mucho más directa de lo que yo me permitia con ella. No te preocupes, intuía que esa sería la reacción y contaba con ello; era tu noche, y respetaba todas tus decisiones. Mientras nuestro debate de guiños y alusiones fue encaminándose a ciertas fantasías concretas, y entre líneas dejé caer varias confesiones que le provocaron el tick de morderse los labios tratando de disfrutar de la miel que se iba haciendo cada vez más palpable; la verdad es que estaba creando una imagen que me costó realmente resistir. Ya sólo faltaba el órdago, la jugada maestra, así que me acerqué a su oreja y mordisqueando levemente con los labios su lóbulo le propuse mi noche y dibujó una de las sonrisas más pícaras que he visto en mi vida. Con mi mano derecha enredé mis dedos en su cuero cabelludo y respiré el aroma que me llevaba embriagando casi una hora a su lado. Ella asintió con la cabeza y te buscamos con la mirada. Parece que habías llegado a un límite que no eras capaz de soportar y, con la ayuda de suficiente alcohol, eras tú la que se abalanzaba sobre un chico en el sillón de ese local devorándole el labio como si no hubiera mañana. Ella me miró sonriendo y mordiéndose el labio, buscando en mi expresión algún tipo de sentimiento de decepción, enfado o similar para saber cómo actuar. Le devolví la sonrisa, 'parece que nos está dando carta blanca' le susurré de nuevo sin quitarle la mirada de esos increíbles ojos gigantescos. 'Pues no la desaprovechemos... ¿no?' me contestó entre sonrisas, ofreciéndome la mano para que la ayudase a levantar. Nos escabullimos disimuladamente hacia la calle y comenzamos a andar, tratando de adivinar las reacciones que podrían salir de ti en ese momento.[...]

Fragmento de "Deshielándonos"

10/11/11

Imaginación

Me he dado cuenta que la mayor parte de mi vida estoy en una especie de rincón paralelo de mi imaginación, por muy mal que suene. No lo digo como si tuviera algún tipo de dificultad social que me vuelve en cierto modo autista, ni mucho menos, sino simplemente tengo la sensación que vivo mejor en un estado de semi-imaginación constante. Voy imaginando por la calle un millón de situaciones que harían mi trayecto mucho más entretenido, algunas con tanto detalles que ha habido momentos que las confundo como invención. Me explico: mientras estoy volviendo a casa puedo imaginarme que esa persona en realidad trata de seducir a otro, que la señora del segundo arroja sin querer una botella de agua sobre el coche de mi lado, tal vez ese chico tiene un trastorno con el color amarillo y por eso es incapaz de mirar a esa rubia a los ojos y le clava la vista en el escote, tal vez ese saque una pistola y comience un tiroteo y entonces comienzo el procesamiento de las infinitas posibilidades para que pudiese salir vivo de esa situación... realmente me paso la inmensa mayoría del tiempo dándole trabajo a mi pequeño procesador con una infinidad de ideas estúpidas. Aunque, hasta cierto punto, creo que resulta algo común. Lo que realmente empezó a preocuparme fue cuando traté de escribir algo medianamente erótico estando en una de las mesas de los pasillos de mi universidad... me sorprendí a mí mismo por la capacidad de abstracción y la habilidad de hacer cualquier cosa que me distraiga de lo académico. Pero, aún así, me sorprendía a mí mismo pudiendo continuar una conversación mientras estaba escribiendo esa cantidad de soeces.
Sin duda alguna... creo que en esta vida no conoceré a muchas personas más imaginativas que yo en ese sentido. Supongo que es una de las cualidades que me permiten mantener una conversación en casi cualquier situación, o incluso lo que me permite reaccionar con rapidez a muchos contratiempos porque mi mente enferma probablemente ya habría tomado eso como una opción. Ventajas de ser un enfermo mental, oye. Es como la ventaja de tener un blog... puedes escribir lo que te dé la gana sin limitación de caracteres, como Twitter. Aunque aquí también hay un-followers... también hay que decirlo.

9/11/11

Líder

Realmente nunca he querido ser el líder de ningún grupo. Vamos, desde siempre me he considerado como alguien que no me gusta estar liderando a nadie, porque lo veo como una responsabilidad y un cargo que no me convence... pero me he dado cuenta que, a la hora de realidad, no soy así. Vamos, cuando veo alguien que claramente es capaz de guiar o liderar algo no tengo el menor problema en escucharle; el problema viene cuando observo que el que está en el lugar es alguien incompetente, y pienso que yo podría realizarlo mejor. Me explico: mientras sea consciente de que alguien tenga más cualidades, no tengo ningún problema en seguir las directrices que en un trabajo marque; pero como parezca que no lo están haciendo todo lo bien que deberían no tengo ningún problema en coger el testigo y ser la voz que se alce. No estoy diciendo que sea bueno, la verdad es que me ha traído malos momentos y responsabilidades que no buscaba en un principio... pero me parece que hay momentos en los que alguien debe tomar responsabilidades, y ya que soy el que normalmente se queda, me veo moralmente en la obligación de ello. Y vosotros... ¿Sois de los que se atrever a coger el testigo?

8/11/11

Amores de toda la vida

Realmente no creo que existan los amores de toda la vida. Vamos, no creo que exista el concepto de película donde hay un amor en tu vida que eclipsa al resto, con el que estás predestinado a tener cientos de hijos o juntos cambiaréis el mundo pero si por algún casual no acabas con él acabarás solo y ninguna otra persona será lo suficiente. Llamadme escéptico, pero no creo que de verdad exista. Estoy seguro que hay gente con la que te complementas más o menos que con otras, pero incluso ahí está el aprendizaje. Si alguien fuera exactamente lo complementario a mí, o lo mismo que yo; no creo que me aportase demasiado a la vida. Sí, tal vez no habría ningún tipo de discursión ni conflicto, pero es eso mismo lo que me permite crecer. De hecho, es eso exactamente lo que pienso que me enseña a 'amar', en su concepto como aprender a convivir con una pareja, aprender a establecerte tu espacio o aprender a practicar el sexo. Es el hecho de compartir con diferentes tipos de mujeres mi vida lo que me permite conocer cómo me gustaría que sea aquella con la que pasaré más tiempo. Vamos, no creo que haya una con la que pase el resto de mi vida, o tal vez no tengo la esperanza de encontrarla; soy consciente de que estaré con una mujer mientras siga siendo feliz a su lado y esta lo sea conmigo, dure el tiempo que dure y disfrutando de cada momento que podamos compartir. Probablemente haya una con la que pase la mayor parte de mi vida, y por eso mismo me parece tan importante aprender a amar antes de ese momento, para aprender a conocer qué cosas te gustaría encontrar en la mujer con la que compartirás mucho (sobre todo si en ello también se comparte la educación de unos hijos) así como lo que no sería capaz de soportar.

Ya, soy un mujeriego que intenta excusarse para tener carta blanca con cualquier mujer porque busca 'aprender'. Creo que el concepto no es ese. Cuando yo estoy con alguien, estoy con todo lo que tengo. Estoy con la idea de que dure lo que dure, lo disfrutaré al máximo y por eso tengo que dar todo lo que tengo; para poder exprimir y sacar lo mejor de esa relación. Pero si la magia termina, si se deja de estar agusto, si ya no hay ilusión... no me parece que me vaya a quedar solo el resto de mi vida por perder a la mujer de mis sueños. Creo que la mujer de tu vida es un concepto temporal. Hay épocas en tu vida que las marcan algunas personas, y vives por y para ellas. Esas épocas pueden durar meses, días o tantos años que la muerte te pille antes. Pero ese concepto de relación sólo tiene sentido que dure mientras la felicidad sea suficiente para ambos miembros, sino... no estamos aquí para otra cosa que no sea para sobrevivir y, personalmente, se me hace mucho más sencillo sobrevivir feliz.

7/11/11

Gula

"Te veo y confundo gula con lujuria"
Me encanta que te guste el sado, así las cosas se hacen bien: con cuchillo, tenedor y una buena barra de pan. Para dejarlo a medias no merece la pena ni empezarlo.



PD: Toda mi recomendación a http://literalmente.wordpress.com/ , sencillamente acojonante este hombre tanto en su blog como en su twitter (@ernestostada); y creo que es la primera vez que recomiendo a alguien

6/11/11

Morriña

Entiende que el camino se separa entre tú y yo...
La verdad es que hacía tiempo que no sentía morriña como tal, que no me paraba a reflexionar si lo hecho estaba bien o no. Aunque, sinceramente, tampoco es demasiado bien recibida la morriña en estos momentos; pero si toca una noche así, no soy yo quién lo decide. Simplemente quería dejar constancia que se me hace extraño escuchar reflexiones mías en canciones que normalmente ni escucharía. Supongo que es la magia de todo esto, ¿no? Que siempre hay alguien que le ha tocado pasar por la misma situación. Por lo menos, ellos también son canarios.

5/11/11

Fifth of November

Remember, remember, the fifth of November...
Cierto que es, para muchos, no ha dejado de ser una mera obra de ficción que se ha trasladado al cine con más o menos aceptación en el público; pero hay para muchos que se ha convertido en un símbolo. Es como muchos de los textos de Chuck Palahniuk, se han convertido en la llama que enciende a muchos jóvenes y en los ejemplos a seguir para una revolución que están deseando. A este autor ya le achacaron parte de la culpabilidad de lo sucedido en Reino unido hace menos de un año ya que alentaba a que se luchase por un cambio de una manera contundente. Y eso es lo que admiro, el símbolo en el que este día se ha convertido. Con esto no expreso que esté más o menos de acuerdo con lo que hacen los diferentes grupos de Hacktivistas que toman este símbolo, ya que eso es algo personal; simplemente anuncio que estoy de acuerdo que esto necesita un cambio, y que somos nosotros los que tenemos que irlo empujando poco a poco. Y, para ello, se me antoja como buen ejemplo la novela gráfica de Alan Moore... a parte de que la adaptación al cine me ha dejado muy buen sabor de boca, que eso no es tan común. Así que... recuerden:

Remember, remember, the fifth of November; Gunpowder, treason and plot;
I see no reason why gunpowder treason, should ever be forgot

1/11/11

¿De verdad dudas...

Me tatuaría tu nombre en la frente con mi propia caligrafía; me pintaría de Geisha para llamar a tu portal vendiendo galletitas saladas con la esperanza de que seas tú quién abra la puerta; me vestiría de tuno y con el mejor de mis desafines te gritaría bajo la ventana lo mucho que me gustas, aunque tu nombre sea como el de tu madre; escribiría en todas las pizarras de tu universidad una a una las razones por las que me encantas; exigiría que me condenasen a la silla eléctrica para poder pedir como último deseo un beso de tus labios; subiría a youtube mi versión del videoclip de la canción que más te guste, para que me recuerdes cada vez que la oigas; colgaría en el Prado a escondidas un retrato tuyo hecho con mi mejor Alpino; recortaría el césped del Retiro para dejarte mensajes por si te levantas con ganas de dar un paseo; te dejaría las picotas que tanto te gustan desde tu puerta hasta la mía, para que no tengas escusa para decirme no; robaría la farola donde coincidimos la primera vez para que no te falte luz en la mesilla; trabajaría en Correos para poder colarte un osito de gominola en cada una de las facturas que te lleguen; me vestiría de época para recitarte cuando salgas a la calle todo un acto del Tenorio; me pondría un saco de papas para que tu disfraz cutre de Haloween no llamase tanto la atención; saltaría de espontáneo en cualquier partido de fútbol al marcar un gol para celebrarlo con una camiseta con tu cara; me pondría un frac para intimidar a tu profesor en una tutoría si te suspende injustamente... ¿de verdad dudas cuando te digo lo que haría por ti? No te puedes ni imaginar al nivel que llegaría.