19/4/12

Debilidades


  En el fondo estoy un poco harto de esos sentimientos tan profundos de los cuáles presume la gente. De esos amores a primera vista, esa necesidad que parecen algunos sentir por tener que dedicarse completamente a otras personas. Como es de esperar, la inmensa mayoría de esas relaciones fugaces y desfogadas no suelen llegar a buen puerto. Es inevitable: cuando buscas desesperadamente el amor y tratas de forzar el encontrarlo rápido... eso nunca puede salir bien.

Pero lo que más me sorprende es la manera que tienen de presumir de haberlo encontrado, de proclamar a los cuatro vientos que esa es la persona elegida y lo mucho que la aman. Parecen orgullosos de haber encontrado ese amor desesperado, y creen necesarios presumir por ello. Nunca lo comprenderé. Entre otras cosas, porque nunca entenderé esa sensación como algo de lo que presumir.

A mí el amor me provoca miedo. Le tengo pavor. Lo he vivido como la sensación de rendirme a una persona siendo capaz de sacrificar hasta mis más profundos valores. Lo he sentido como la mayor de las debilidades sabiendo la imposibilidad de ser feliz si no es con esa persona. Me ha provocado necesidad, furia, celos y devoción. Siento que por amor podría hacer incluso las peores locuras, e incluso lucharía contra rivales que no sería capaz de vencer jamás. Es reconocer en público la mayor de tus debilidades, y jamás entenderé que alguien lo proclame a los cuatro vientos.

Aunque, por encima de todo, la cualidad que más temo del amor es esa dependencia que me genera la cuál envidiaría cualquier droga. Esta constante y continua sensación de que si no puedes compartir con la persona amada tu tiempo, parece inservible, inútil, desperdiciado. El amor me produce pánico. Y lo que más me atemoriza es ser consciente que nunca podré llegar a ser tan feliz en la vida como sería contigo. Que te entregaría si tan solo tuvieras el valor de pedirlo. Que por hacerte feliz sería capaz hasta de sacrificar tenerte. Porque así concibo yo el amor. Porque eres la mayor de mis debilidades.

-¿Cómo puedes vivir sola? Tú no eres feliz, ¿no?
-Por supuesto que no, ser feliz es un … ¡coñazo!
-¿Pero no echas de menos tener a alguien?
- ¿Alguien cómo quién?
- Como un novio. 
- ¿Para qué?
- Para que te proteja.
-Ya tengo una puerta blindada 
-Pero…pero estando sola…¿no te sientes un poco sola?
- Mi soledad y yo nos llevamos bien. No necesitamos que venga la soledad de otro y nos de por saco.
-¿No te gusta que te digan que te quieren?
-Sí. Cuando te quiero, significa te quiero, no cuando significa me perteneces, que es mas o menos siempre.
- ¿Sabes? Me parece que no has estado nunca enamorada.
- ¿Y tú sí? ¿Me vas a decir que estas enamorada del tal Juanjo ese?
- ... .Yo creo que sí.
- Crees que sí. O lo estás o no lo estás. ¡Si yo estuviese enamorada de Juanjo no necesitaria media hora para pensarlo!
- Oye que han sido tres segundos…
- Ni tres segundos ni nada. El amor no es algo que puedas poner en duda. Es una ola que se te lleva por delante. Un puño que te deja ko. Un incendio que te abrasa por dentro.
- Me estas dando un poco de miedo.- ¡Es que el verdadero amor debería acojonarnos!. Debería destruirnos, para resucitarnos después. Eso es para mi el amor. Y lo que tú llamas amor pues…es una imitación hecha en Taiwan.
 Tensión Sexual No Resuelta.

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