12/10/12

El porqué de mi sonrisa (IV)

Lo siento, pero no podía evitar también nombrar que admiro muchas de tus habilidades, y por eso me molesta tanto que no seas capaz de valorarte. Es cierto que hay mucha gente sin estudios que podemos denominar 'superiores' con las que chirrío porque me da la impresión que me ofrecen menos, aunque en la inmensa mayoría de los casos es eso, sólo una impresión. Pero yo hay muchas capacidades tuyas que realmente admiro, y no me refiero a algunas que se pueden catalogar como 'profesionales' que, he de reconocer, hay ocasiones en las que te odio porque tienes soltura en cosas que yo siempre quise tenerlas. Entre estas virtudes, y sólo nombrando una de ellas, me gustaría remarcar esa facilidad que tienes para lo sociable. Me pareces una chica increíblemente entregada y atenta, y eso choca muchas veces con mis carencias en el apartado de las relaciones humanas. Te admiro. Me parece que lleva mucho trabajo estar siempre con una sonrisa en los labios, siempre preocupándote por el resto y tratando de dar a quien se merece un apoyo y la atención que necesita. La verdad es que me pareces una joya de persona en ese aspecto.

Es una de las razones, entre bastantes, que provocan esa sensación de querer exhibirte y buscar presumir de ti. Eres una persona que me siento increíblemente afortunado de haber encontrado y, siendo sinceros, me gusta la idea de ofrecerte lo suficiente para que te quieras mantener a mi lado, y a cambio disfruto mucho compartiéndote con más gente. No sé si te ha pasado en alguna ocasión, pero yo muchas veces he tenido la sensación de que si comparto mi pareja con otro grupo de gente no terminarán congeniando, provocará molestias o simplemente sé que ha cosas en las que chocarían y no aportaría nada realmente. Contigo siento que, si es necesario, sabes estar, puedes disfrutar de casi cualquier compañía y te gustará demostrar que eres una chica increíble. Eso, siendo egoísta, me encanta. Eres lo más bonito que tengo ahora mismo en mi vida, es lógico que me guste presumir un poco de ello.

Me gustaría matizar también el detalle de que contigo tengo la sensación de siempre ofrecer un poquito más, de cada día ser un poco mejor para poder así hacerte más feliz. Me parece un pilar imprescindible en mi vida. Eres esa persona por la que siempre tengo razones para dar más de mí. Siento que de verdad merece la pena cuidarme, que de verdad merece la pena pensar hasta lograr descubrir cómo arrancarte una sonrisa y que de verdad se va a valorar que luche por ofrecer más. Sé que debería tener ese impulso sin necesidad de que nadie lo provoque, pero eso es un tema que me pelearé con él si en algún momento de mi vida no te tengo. Por ahora soy feliz teniendo a alguien que me haga crecer, porque me parece un regalo poder hacerlo a tu lado.

Sí, sé que estabas esperando desde un principio que también comentase...

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