11/10/12

El porqué de mi sonrisa (III)

Por otra parte, también me gustaría remarcar que físicamente me pareces un espectáculo, y sé que esto es un dato menor por eso lo he relegado a una entrada tan lejana. Que no sigas los clichés de sexsymbol no te hace parecer menos sexy, y eso deberías de tenerlo ya más que asumido. Eres consciente del poder de tus labios y se nota que lo explotas en muchas ocasiones, pero es que tu mirada y el pelo no se queda para nada atrás. Eres increíblemente expresiva y, como es obvio, cuando te conocí me entraste por los ojos como lo haces con muchísimos. Además, todavía sigo descubriendo más expresiones que me han enganchado de ti, como esa sonrisa pícara que me dedicas demostrándome que no debería estarte pinchando, esa mirada tierna que me regalas antes de muchos besos, o cómo tus mofletes parece que van a estallar cuando la sonrisa se ensancha más de lo normal...

Hablando de tus besos, se merecían por lo menos dedicarle un párrafo. Sé que parece algo banal, obviamente cuando alguien te gusta disfrutas los besos con esa persona pero... en mi caso, no ha sido del todo cierto. He encontrado besos en mi vida que logran transmitirme muchísimo y otros que consiguen que olvide porqué me encanta tanto alguien. Los tuyos parecen hechos a mi medida, como tantas otras cosas. Se adaptan a lo que necesite. Son capaces de despertarme cuando trato de contenerme, o de relajarme tras un largo día. Y, lo que es más importante, la mayoría de ellos parece que me gritan entre los labios que me amas y... Dios, sólo espero poder transmitir tanto besando algún día.

Me gustaría también dedicarle otro fragmento a esta sensación que me suele acompañar contigo de estar haciendo lo correcto. En otras relaciones, sean cual sea la índole, muchas veces me persigue el sentimiento de que no debería estar acercándome, o hacer lo que estamos haciendo, o que me va a hacer daño o... cualquier otra tontería. Contigo traté de ponerme aranceles y, la verdad, no fui capaz. Simplemente fluye. Ha fluido todo de una manera tan suave e increíble que hasta a nosotros mismos nos sorprende, replanteándonos cosas que creímos nunca nos iban a provocar lo que nos está provocando. Todo es tan mágico que, simplemente, siento que es imposible que nada de lo que esté haciendo esté mal porque... coño, sino no fluiría todo así.

Lo siento, pero no podía evitar también nombrar...

No hay comentarios:

Publicar un comentario